¡¡¡Hola amigos de dos patas!!!
Ya estamos en plenas vacaciones y nos vamos de viaje. Tengo suerte de que mi familia de dos patas considera prioritario buscar un sitio en el que los perros seamos bien recibidos, y aunque ahora las cosas han mejorado y es más fácil encontrar sitios “dog friendly” aún sigue siendo complicado, por eso quiero leeros la “letra pequeña” si queréis viajar con vuestro amigo favorito de 4 patas.
No fiarse, ni para lo bueno ni para lo malo. Me explico, en muchos buscadores os podrán decir si los perros son bienvenidos o no, pero puede haber sorpresas. Lo mejor es llamar. Nos ha pasado que en sitios que decían que los perros no eran bienvenidos, sí nos aceptaban y al revés. O incluso que ¡¡¡unos tamaños de perro son aceptados y otros no!!!
Aquí el tamaño discrimina, ¡y mucho! Muchas veces no aceptan perros de más de 10 kg, ¡como si el tamaño fuese sinónimo de buena educación! Basta con ver algunos de mis compañeros sin educación alguna, saltando de sofá a sofá, subiéndose en las camas y marcando el mobiliario, pero ¡como son pequeños…! Parece que no hacen nada…
Por otro lado hay infinidad de perros de razas medias y grandes que hemos recibido educación y que sabemos lo que podemos y no podemos hacer y que dejamos la habitación mejor que muchos humanos.
- Preguntar por el coste. A veces hay un sobrecoste por limpieza. ¡Tenedlo en cuenta!
- Llevar la cartilla veterinaria. Eso debería llevarse siempre, pero también hay sitios (no muchos) que lo solicitan a la entrada del perro.
- ¿Nos podemos quedar solos?. Si bien es poco corriente en casas rurales, en los hoteles sí que es muy común. Hay alojamientos en los que no nos dejan estar solos en las habitaciones. Eso significa que si vais a hacer una excursión o visita en la que no podemos ir, no podréis dejarnos descansando en el dormitorio. También preguntar el protocolo de limpieza, ya que si estamos en la habitación, habrá sitios que no entrarán a limpiar.
- Zonas comunes. Normalmente se exige correa, pero ¿y en los jardines? ¿y en la cafetería? ¿podemos estar tranquilos atados con vosotros mientras nos relajamos todos tomando un café?
- Actividades con perros. También hay sitios que se saben planes especiales para hacer con perros, e incluso conocí una que ¡tenían piscina solo para nosotros!
En definitiva lo primordial es llamar y preguntar, y cuanto más lo hagáis más sabréis lo que se puede o no hacer y esa es la mejor forma para no llevarse desagradables sorpresas.
¿Y si no encontramos un sitio para que nos quedemos?
En el caso de no encontrar alojamiento, quedan otras opciones que, aunque no son lo ideal, tampoco están tan mal.
La primera es dejarnos con un amigo o familiar (el hermano de mi mejor amigo de dos patas me acepta en su casa cuando quiera y además tiene otra labradora llamada Mati, que solo quiere jugar conmigo)
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Otra opción sería que nos quedásemos en una residencia de alguien de confianza que no sepa lo que es una jaula (mi queridísima Nieves me ha garantizado que tengo las puertas abiertas de su casa de El Escorial).
Una tercera opción y para el caso de que no se encuentre alojamiento dog friendly todo el tiempo de vacaciones, sería buscar una cuidadora local. De hecho los 3 primeros días de vacaciones, mi familia de dos patas van a un hotel que no me aceptan, con lo que me han buscado un alojamiento a mi sola. Tras ese tiempo en los que únicamente me separaré de mi familia a la hora de dormir, iremos a otro sitio en el que me han dicho:
¡¡¡PERROS BIENVENIDOS!!!
HUMANOS, SÓLO TOLERADOS
Y una vez bien leída esta letra pequeña y bien elegido el sitio para dormir… ya solo queda ¡disfrutar del verano!
Solo me queda desearos unas maravillosas vacaciones.
¡¡¡Lametones a todos!!!
