Saltar al contenido
Home » La Sonrisa de Bailey » Puedo oler tu miedo… Sí, pero no.

Puedo oler tu miedo… Sí, pero no.

¡¡¡Hola amigos de dos patas!!!

¿Alguna vez habéis oído eso de que los perros podemos oler vuestro miedo? Seguro que sí, ¿Verdad? Pues esto es algo que ha traído de cabeza a gente del mundo del perro durante mucho tiempo, y si bien un grupo de investigadores de la Universidad de Nápoles Federico II, ha hecho un estudio y han llegado a la conclusión de que somos capaces de recibir las señales químicas producidas por los humanos, incluido el miedo, a través de nuestro olfato, esto se ha visto magnificado enormemente.

Hay una frase muy divertida acerca de lo que hay que hacer ante un perro enfadado: “ante todo no te asustes” Si asustarse fuese voluntario y teniendo en cuenta que tener miedo no es agradable ¿no decidiríamos todos no asustarnos ni tener miedo nunca? El miedo no es voluntario, si algo nos da miedo, no podemos decidir no tenerlo.

Pero me estoy desviando del tema…

¿Podemos oler el miedo en ese momento en el que os dicen: “Ante todo no tengas miedo a ese perro que lo puede oler y te puede atacar”

Tal y como se infiere en esas situaciones, la respuesta es muy sencilla: NO. Además este tipo de gente que te dice eso creo que se les llama “Cuñados” (a ver si alguien me explica alguna vez que significa eso…)

Entonces, ¿cómo sabemos que tienes miedo? Pues muy sencillo: con una cosa llamada EMPATIA.

Tanto los perros como vosotros los humanos (aunque no estoy segura de vosotros) tenemos una cosa llamada empatía que es la habilidad de interpretar las emociones que tiene otro animal o persona. Por eso sabemos si alguien está contento, triste o tiene miedo. No es magia, es una habilidad que todos disponemos. Pero la empatía simplemente es conocer las emociones de otro y puede usarse de forma positiva pero también tiene su lado oscuro.

¿Quieres saber que humanos son muy empáticos? Pues los abusones del colegio.

¿Como es posible esto? Si saben que alguien les tiene miedo ¿no deberían tranquilizarles y decirles que no tengan miedo? Pues sí, pero usan la empatía para saber quién les tiene miedo y hasta dónde pueden llegar abusando de ellos y que aguanten sin rebelarse. Por eso rara vez los abusados se enfrentan con los abusadores. 

Por eso la empatía no es ni buena ni mala, depende del uso que hagamos de ella.

Además de la Empatía nosotros disponemos de otra habilidad sorprendente: “la Sincronía”

¿No te has preguntado por qué cuando estás triste vamos a consolarte? 

Pues por varias cosas: 

  • Primero porque empatizamos contigo reconociendo que estás triste.
  • Porque entramos en sincronía contigo y nos ponemos tristes.
  • Al ponernos tristes buscamos consuelo y ofrecemos consuelo para que te encuentres mejor.
  • El contacto físico, y las caricias hace que nos encontremos mejor
  • Además los perros somos sociales y buscamos evitar todo tipo de conflicto en la familia/manada, y eso hace que intentemos animarte.

Si en vez de estar triste estás feliz pasa lo mismo, pero como nos gusta estar contentos, es más fácil para nosotros reconocer la felicidad y ponernos aún más felices y activos. Entonces correremos hacia ti lo más rápido que podamos para compartir esa felicidad y ¿qué mejor manera hay si no es jugando y saltando?

Como ves, no necesitamos el olfato para reconocer vuestras emociones al igual que vosotros, que no usáis casi nada la nariz, reconocéis sin problemas cuando alguien está triste, o contento, o con miedo, o aburrido… y si además os ponéis contentos cuando alguien de vuestro alrededor está contento, estáis en sincronía.

Se puede tener Empatía pero no Sincronía, pero no al revés puesto que necesitas reconocer la emoción externa para poder ponerte en sincronía con ella.

Así que ya sabes si podemos oler tu miedo y por qué corremos a consolarte cuando estás triste… y corremos mucho más hacia ti cuando estás feliz.

¡¡¡Lametones a todos!!!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

whatsapp