Saltar al contenido
Home » La Sonrisa de Bailey » ¡Socorro, mi perro se ha vuelto adolescente!

¡Socorro, mi perro se ha vuelto adolescente!

¡¡Hola amigos de dos patas!!


Hoy vamos a hablar de un tema que puede hacer que más de uno se tire de los pelos: la adolescencia canina. Sí, sí, igual que pasa con vosotros, los humanos, nosotros, los perros, también tenemos esa fase en la que de repente nos volvemos sordos, desobedientes y parece que nos hemos olvidado de todo lo que aprendimos de cachorros.

Si de repente decidimos que “venir cuando nos llamáis” es opcional, que la correa está para tirar como si fuéramos un tren de mercancías o que cualquier basura es más interesante que vosotros, tranquilos, no es que nos hayamos vuelto delincuentes juveniles, es que hemos entrado en la adolescencia perruna. Pero no os preocupéis, que aquí os voy a contar qué está pasando en nuestra cabeza y cómo podéis sobrevivir sin volveros locos.

¿Cuándo empieza la adolescencia canina?

Por lo general, la adolescencia empieza alrededor de los 6 meses y puede durar hasta los 2 años, dependiendo de la raza y el individuo. Es una fase en la que nuestro cerebro está en plena revolución hormonal, y eso hace que nuestro comportamiento cambie radicalmente.

Es normal que nosotros:
🐾 Empecemos a ignorar órdenes que antes cumplíamos sin problema.
🐾 Nos volvamos más impulsivos e inquietos.
🐾 Probemos límites y normas (como vosotros en vuestra adolescencia).
🐾 Nos volvamos más reactivos o inseguros ante ciertas situaciones.
🐾 Mastiquemos más cosas de la cuenta (muebles, zapatos, vuestros nervios…).
🐾 Nos obsesionemos más con otros perros, olores o estímulos nuevos.

En resumen, somos un torbellino de energía que parece que hemos olvidado todo lo que nos enseñasteis… pero no es así, ¡solo es una fase!

¿Por qué pasa esto? La ciencia detrás del caos

Nuestro cerebro está en construcción. La parte encargada del control de impulsos, la toma de decisiones y la obediencia aún no está terminada. Y mientras tanto, nuestras hormonas están por las nubes, lo que hace que estemos más distraídos, más cabezones y, en algunos casos, más inseguros.

A esto hay que sumarle que empezamos a buscar nuestro lugar en el mundo. Estamos probando qué funciona y qué no, lo que en muchos casos se traduce en desafiar normas. Pero ojo, esto no significa que os estemos dominando ni que queramos ser el «alfa» de la casa, sino que estamos aprendiendo a gestionar nuestro entorno y nuestras emociones.

Cómo sobrevivir a la adolescencia canina sin perder la paciencia

Si habéis llegado hasta aquí con un perro adolescente en casa, seguro que os estáis preguntando: «¿Y qué hago con este gremlin que antes era un angelito?» Tranquilos, aquí van algunos consejos clave:

🐶 Mantened la calma y sed pacientes: No os desesperéis, esta fase pasará. No os estamos retando a propósito, solo estamos desbordados por los cambios en nuestro cerebro.

🐶 Reforzad las normas y la educación: No dejéis de entrenarnos. Seguid reforzando los comandos básicos (sentado, quieto, ven aquí…). Aunque a veces parezca que no os escuchamos, seguid insistiendo.

🐶 Premiad más lo que hacemos bien: En esta etapa, el refuerzo positivo es clave. Premiad cada buena decisión que tomemos para que aprendamos más rápido.

🐶 No nos deis oportunidades de hacer lo que no queréis: Si hemos empezado a escaparnos cuando nos soltáis, usad una correa larga en los paseos para seguir practicando la llamada sin riesgos.

🐶 Ejercicio físico y mental: No todo es correr y jugar. Darnos juegos de olfato, ejercicios de autocontrol y retos mentales. Un perro mentalmente cansado, es un perro menos rebelde.

🐶 Darnos independencia, pero con control: No nos sobreprotegáis, pero tampoco nos dejéis hacer lo que nos dé la gana. Encontrad un equilibrio entre darnos confianza y aseguraros de que seguimos aprendiendo.

🐶 Consultad con un profesional si es necesario: Si veis que los problemas van más allá de la rebeldía normal de la adolescencia (miedos excesivos, reactividad grave, agresividad…), consultad con un adiestrador profesional.

Un mensaje para los humanos desesperados

Lo más importante que quiero que recordéis es que no os odiamos ni nos hemos vuelto malos de la noche a la mañana. Estamos pasando por un momento de cambios y necesitamos vuestra guía más que nunca.

Si mantenéis la paciencia, seguís entrenándonos y nos ayudáis a gestionar nuestras emociones, dentro de unos meses volveréis a ver a ese perro equilibrado y obediente que conocíais. Y cuando eso pase, os sentiréis orgullosos de haber superado juntos esta etapa.

Así que ánimo, amigos humanos, que esto también pasará. Y cuando lo haga, os reiréis recordando todas las trastadas que hicimos en nuestra adolescencia. ¡Prometido!

¡¡Lametones a todos!!

whatsapp