Saltar al contenido
Home » La Sonrisa de Bailey » Regalar un perro, ¡Qué gran idea!

Regalar un perro, ¡Qué gran idea!

¡¡¡Hola amigos de dos patas!!!

Nos acercamos a las Navidades y en muchas familias se encuentran pensando en ceder a las peticiones de los niños para tener un cachorrito. Pero como esto es mucha responsabilidad, hay conversaciones en la familia para ver si es buena idea. Se pregunta a los niños si van a ser responsables en los cuidados de la mascota y los niños con toda su buena intención dicen que por supuesto que sí. Y hay que creer a los niños, ¿verdad?

Por supuesto que un niño te dirá que va a ser responsable, y no te está mintiendo o, mejor dicho, no es consciente de que te está mintiendo. El problema es que no es consciente de que tiene que ser responsable durante 12 años, 14 años… Si hay adultos que no se dan cuenta de las responsabilidades que acarrea tener un perro, ¿cómo lo puede saber un niño?

Con lo cual, acabáis con un cachorrito en casa y, ¡qué monos somos, qué simpáticos somos! Somos como peluches cariñosos con tres velocidades: comer, jugar y dormir.

Toda la familia espera con impaciencia que se terminen los ciclos de vacunas para poder sacarnos a la calle. Y el primer día nos sacan sin parar. Nos paran humanos para acariciarnos, se nos acercan perros, jugamos en la calle… ¡Todo es diversión!

Pero según van pasando las semanas, sacarnos empieza a ser una obligación y los niños deciden que tienen que hacer otras cosas (deberes, jugar con la consola, “es que estoy cansado”, etc.) y los mayores les explican que lo prometieron, y…

En definitiva, que ya no es tan divertido sacarnos. Además, vamos creciendo y si no nos habéis explicado qué es lo que podemos hacer o no, buscamos cosas para morder y entretenernos como, por ejemplo, los zapatos, el mando de la tele, juguetes que huelen a los niños (es decir, los que más usan).

Poco a poco nos vamos convirtiendo en un incordio, en una molestia que os llena de obligaciones y, por último, cuando se acerca el verano, la familia descubre que no nos pueden llevar con ellos y, desgraciadamente, muchas de ellas deciden abandonar al perro.

Abandonos: un problema real

España tiene el dudoso honor de estar a la cabeza de abandonos de perros y gatos en Europa y es algo que hay que corregir. Miles de perros son abandonados cada año porque sus familias no fueron conscientes de la responsabilidad que implicaba tenerlos. Protectoras y refugios están desbordados con animales que, en su momento, fueron regalos de Navidad, de cumpleaños o simples caprichos impulsivos. Pero un perro no es un juguete, no es un objeto que pueda desecharse cuando deja de ser cómodo o divertido.

No me cansaré de repetirlo: hacerse cargo de un animal es una responsabilidad que se adquiere cuando decides tenerlo. Si no vas a poder ocuparte de él, no lo tengas. No importa cuánto te insistan los niños o lo adorable que parezca el cachorrito en el escaparate de la tienda. La decisión de tener un perro debe ser meditada y tomada con plena conciencia de lo que implica.

Antes de adoptar o comprar, piénsalo bien

Lo que hay que hacer es pensar bien cuáles son las obligaciones que acarrea el animal que quieras tener. A un gato no lo sacas a la calle con correa, pero a los perros nos tenéis que dar varios paseos al día.

Piensa también en los gastos: alimentación, juguetes, collares, correas y, por supuesto, los gastos veterinarios. Vacunas, revisiones, desparasitaciones, posibles enfermedades o accidentes que requieran atención urgente… Todo esto forma parte del compromiso de tener un perro.

Viajes y vacaciones

Otro punto importante es qué haréis con el perro en vacaciones. Hoy en día, hay infinidad de casas rurales, hoteles y apartamentos que aceptan mascotas, por lo que con un poco de previsión podemos acompañaros sin problemas. Pero si por alguna razón no podemos viajar con vosotros porque el destino no lo permite (por ejemplo, si viajáis en avión o a un lugar donde no aceptan mascotas), existen soluciones como guarderías caninas o personas de confianza que pueden cuidarnos.

Abandonarnos no es una opción. Dejar a un perro en la calle no solo es cruel, sino que también es ilegal y puede acarrear multas e incluso penas de cárcel en algunos casos. Pero más allá de las consecuencias legales, lo más importante es recordar que los perros somos seres vivos con sentimientos. Nos encariñamos con nuestras familias, confiamos en ellas y dependemos de su amor y cuidado. Abandonarnos es una traición que no entendemos y que nos causa un gran sufrimiento.

¿Cuándo regalar un perro es una buena idea?

Regalar un perro puede ser una buena idea, pero únicamente en situaciones muy determinadas, como por ejemplo si la familia ya estaba buscando uno sabiendo y aceptando todas las responsabilidades que vienen con nosotros. En ese caso, los padres pueden decidir regalar ese cachorrito a los hijos, pero siempre con la seguridad de que ellos mismos serán los responsables finales del perro y que no lo verán como un simple regalo efímero.

Cuando se hace de esta manera, el regalo es doble: el regalo de una mascota para la familia y el regalo de una familia para una mascota. Eso es lo que verdaderamente importa.

Porque un perro no solo es una responsabilidad, también es una fuente infinita de alegría, amor y compañía. Nos convertimos en parte de vuestras vidas, en amigos leales que siempre estarán ahí para celebrar los buenos momentos y acompañaros en los difíciles.

Tal y como me pasó a mí hace ya 14 años.

Y sin más, me despido.

Aquí sigue Bailey. Aunque me haya vuelto invisible, mi rabo no ha dejado de moverse y mi voz ladra suave, desde las estrellas, para que nunca olvidéis cómo se ama a un perro.

¡¡¡Lametones a todos desde el otro lado de la correa!!! 🐶💛

¡¡¡Lametones a todos!!!

whatsapp