Saltar al contenido
Home » La Sonrisa de Bailey » Guía exprés para detectar el dolor en los perros: señales que no puedes ignorar

Guía exprés para detectar el dolor en los perros: señales que no puedes ignorar

¡¡Hola amigos de dos patas!!

Hoy os traigo un tema súper importante que todos los humanos debéis conocer: cómo saber si nosotros, los perros, estamos sufriendo dolor. Porque, aunque no lo creáis, ¡somos unos expertos en disimularlo! Y esto puede hacer que, cuando os deis cuenta, el problema ya esté muy avanzado. Así que, atentos, que os voy a dar una guía exprés para detectar el dolor en los perros. 🚨

¿Por qué los perros ocultamos el dolor?

A diferencia de vosotros, los humanos, nosotros no solemos quejarnos cuando algo nos duele. En la naturaleza, mostrar debilidad nos haría vulnerables, así que, aunque algo nos moleste o nos duela, haremos lo posible por actuar con normalidad. Pero si prestáis atención, hay señales que os pueden indicar que algo no va bien. ¡Os cuento algunas de ellas! 🐕

Si notáis que de repente caminamos de manera extraña, cojeamos o evitamos apoyar alguna pata, no penséis que es solo un capricho. A veces, lo hacemos porque sentimos dolor. También, si antes dábamos saltos y subíamos al sofá sin problema y ahora nos cuesta hacerlo o dudamos antes de intentarlo, puede ser una señal de que algo nos molesta en las articulaciones.

Os pondré un ejemplo personal: yo, sufro de artrosis y cada vez me cuesta más subir y bajar escaleras. Antes lo hacía sin pensarlo, pero ahora me lo pienso dos veces antes de enfrentarme a una escalera grande. A veces, intento evitarla del todo y prefiero que me ayuden, aunque no siempre lo pido.

También he notado que, cuando me levanto después de estar mucho rato tumbada, tardo en recuperar el ritmo normal y doy los primeros pasos con rigidez. Estos pequeños cambios en el comportamiento pueden ser señales claras de que algo no está bien. ¡O grandes cambios! yo ya no puedo subir al coche y Nano me tiene que coger y subirme a él. ¿Quizá por eso me ha puesto a dieta?

Nuestro cuerpo también nos delata en otras maneras. Una respiración más acelerada de lo normal o jadeos sin haber hecho ejercicio pueden ser señales de que sentimos dolor. Además, nuestros ojos pueden reflejarlo; si nos veis con la mirada entrecerrada o parpadeamos mucho, es posible que algo no esté bien.

Pero no solo hay señales físicas, también pueden notarse cambios en nuestro comportamiento. Si de repente preferimos estar solos cuando antes éramos los reyes de la compañía, o al contrario, si de repente no nos despegamos de vosotros, es probable que algo nos esté afectando. También puede que nos mostremos más irritables o gruñones sin razón aparente. No es que tengamos un mal día, sino que quizás sentimos dolor y no sabemos cómo expresarlo.

El apetito es otro indicador clave. Si un día ignoramos nuestra comida favorita o comemos menos de lo habitual, no lo paséis por alto. Y si nos veis lamiéndonos obsesivamente una zona del cuerpo, puede que ahí haya una molestia. Los perros solemos intentar aliviar nuestro propio dolor así.

Si sospecháis que algo nos pasa, lo mejor que podéis hacer es llevarnos al veterinario cuanto antes. Es importante no automedicarnos, ya que muchos medicamentos humanos pueden ser peligrosos para nosotros. Mientras tanto, observadnos bien, prestad atención a cualquier cambio y evitad que hagamos movimientos que puedan empeorar la situación. Un espacio cómodo donde podamos descansar sin esfuerzos innecesarios nos ayudará mucho.

Además de la visita al veterinario, hay pequeñas cosas que pueden hacer nuestro día a día más fácil. En mi caso, me ayuda mucho tener una cama blanda pero firme para descansar, evitar los suelos resbaladizos donde me cueste levantarme y dar paseos más cortos pero frecuentes en lugar de uno largo y agotador.

¿O que me decís de mi amigo Wonder que está ciego, casi no puede apoyar una pata porque le atropellaron y un humano le pegó dos tiros? El convive con el dolor, aunque afortunadamente ahora está seguro en la casa de un humano llamado Javi que le cuida tanto que ya se le ha olvidado lo que ha sufrido.

¡¡Mil gracias Javi!! ¡¡Mil lametones para ti!!

También hay suplementos que pueden ayudarnos a mantener nuestras articulaciones en mejor estado, pero siempre deben estar recomendados por un veterinario.

Y recordad, prevenir es mejor que curar. Una buena alimentación, ejercicio adecuado y revisiones veterinarias regulares pueden ayudarnos a evitar muchos problemas antes de que empiecen. Nuestra salud depende de vosotros, así que no paséis por alto estas señales.

Aunque no siempre lo parezca, nosotros también sentimos dolor y muchas veces lo ocultamos. Ahora que ya conocéis las señales, prestadnos atención y ayudadnos a vivir una vida sin molestias. 💛

¡¡Lametones a todos!! 🐶

whatsapp